lunes, 22 de septiembre de 2014

Nuevo yeso impreso en 3D acelera la recuperación del hueso

Un nuevo prototipo reúne a la impresión 3D, un espacio para respirar y pulsos ultrasonido para crear un yeso que no solo es cómodo y estiloso para usar, sino que además se espera que acelere la curación respecto a las otras opciones existentes.


En un movimiento que es menos “The Singing Bone” o “Singing Bones” que “Singing to the Bones”, el diseñador Deniz Karasahin ha adoptado la idea de usar Pulsos Ultrasonido de Baja Intensidad (LIPUS, sus iniciales en inglés) para acelerar la sanación del hueso. Los pulsos de las ondas de sonido de alta frecuencia para oír han demostrado incrementar la incorporación de iones de calcio en cultivos de cartílago y células óseas, así como el aumento de la expresión de genes conocidos para la ayuda en la curación.
Sin embargo, a pesar del éxito in vitro y prometiendo resultados gracias a estudios clínicos, LIPUS no ha sido ampliamente adoptado, en parte debido a que el beneficio medido ha variado a través de las pruebas, en algunos casos muy pequeño como para justificar el esfuerzo.
Donde LIPUS actualmente involucre una sesión diaria en algún centro médico, Deniz Karasahin añade un generador de ultrasonido portable al yeso. “Para sesiones diarias de 20 minutos, este sistema promete reducir el proceso regenerativo hasta un 38% e incrementar la tasa de curación hasta en un 80% en fracturas que no consolidan en un tiempo dado (nonunion en inglés)” él afirma, usando cifras de la parte superior de los rangos producidos en las pruebas del LIPUS sin cambiar la tecnología del yeso.

Operar LIPUS con yeso convencional o fibra de vidrio es difícil sin embargo, ya que las sondas necesitan estar conectadas directamente a la piel, requiriendo romper el molde. El yeso exoesquelético Cortex ofrece una manera para eliminar el problema. El diseñador Jake Evill, la revolucionaria “creación” de Nueva Zelanda, dice que el yeso impreso en 3D tiene varios beneficios. Además de ser liviano, permite que se ventile, se pueda rascar cuando pique y evite el mal olor causado generalmente por los yesos convencionales. Karasahin se percató de que proveía muchas posibilidades para que las sondas LIPUS tengan acceso a la piel; lo tomó y lo llevó a otro nivel.
Entre la creación original de Evill y la extensión de Karasahin, se apodó como la “Osteoid Cast”; un escáner de Rayos X y 3D mapea el área que requiere de ayuda y un molde es designado e impreso. El enrejado se hace en dos mitades y luego se junta. Los hoyos son más pequeños alrededor del lugar de la lesión para incrementar el apoyo y a la vez son lo suficientemente grandes como para que las sondas puedan colocarse.
Karasahin también reconoce que el blanco no es el nuevo negro y re coloró su versión de demostración, aunque una elección de colores no sea difícil de conseguir. Los costos son desconocidos aún, pero se espera que caiga a medida que la impresión 3D tome vuelo.



Tomado de  ACCION PREFERENTE

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El pueblo que no conoce ni las enfermedades ni la vejez

El valle del río Hunza, en la frontera de la India y Pakistán, es llamado 'oasis de la juventud', y no es en vano: los habitantes de la zona viven hasta 110-120 años, casi nunca se enferman y tienen una apariencia muy joven. 
Los habitantes de Hunza destacan en muchos aspectos entre las naciones vecinas: físicamente se parecen mucho a los europeos, hablan su propio idioma -el burushaski- que no se parece a ningún otro en el mundo, y profesan un islam especial, el ismaelita
Sin embargo, lo más sorprendente de esta pequeña nación escondida entre los macizos montañosos de la región es su capacidad extraordinaria de mantener su juventud y salud: los hunza se bañan en agua helada incluso a 15 grados bajo cero, juegan a juegos deportivos incluso hasta los 100 años, las mujeres de 40 años parecen adolescentes y a los 65 años dan a luz. En verano comen frutas y verduras crudas; en invierno, albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja.
El médico escocés Robert McCarrison, que describió por primera vez el 'valle feliz', hizo hincapié en que los hunza casi no consumen proteínas. Al día comen en promedio 1.933 calorías, en las que se incluyen 50 gramos de proteínas, 36 gramos de grasa y 365 gramos de carbohidratos.
Según las conclusiones de McCarrison, precisamente la dieta es el factor principal de la longevidad de esta nación, subraya el medio. Por ejemplo las naciones vecinas, que viven en las mismas condiciones climáticas pero no comen adecuadamente, padecen una variedad de enfermedades y tienen una esperanza de vida 2 veces más corta.
Otro especialista, R. Bircher, destacó las siguientes ventajas del modelo de alimentación de esta asombrosa nación: es vegetariano, tiene una gran cantidad de alimentos crudos, las frutas y verduras predominan en la dieta, los productos son completamente naturales y tienen periodos regulares de ayuno.
Sobre el secreto de su longevidad, los habitantes de Hunza recomiendan mantener una dieta vegetariana, trabajar y moverse constantemente. Entre otros beneficios de este modo de vida figuran la alegría –los hunza siempre están de buen humor– y el control de los nervios, no conocen el estrés.


Tomado de actualidad.rt